Nos gustaría, pero ¿la verdad?... No, no necesariamente. Generalmente se piensa que si una persona es ordenada también es organizada, y viceversa, pero eso está lejos de la realidad. Aquí te contamos las diferencias y ventajas de cada uno.

Ordenado vs Organizado

Ser ordenado es un tema de estética y limpieza principalmente, mientras que ser organizado está relacionado con la eficacia que repercute en la productividad.

5 beneficios de ser ordenado:

1.   Tener un espacio donde todo esté en su lugar da, para empezar, paz mental.

2.   Te permite ahorrar tiempo, puesto que sabes todo lo que tienes y dónde se ubica. No te pasarás horas buscando tu pasaporte o las tijeras.

3.   De manera indirecta, ayuda a tu economía, sobre todo en los gastos hormiga. En lugar de tener unas tijeras, resulta que como te urgían y no las encontrabas, fuiste a comprar otras a la papelería para acabar teniendo cinco… y quizá, próximamente, seis.

4.   Ser ordenado te ayuda a ser más creativo y productivo. Un entorno ordenado da la sensación de tener las cosas bajo control y motiva a tu cerebro a pensar con claridad en otras cosas, en nuevos proyectos.

5.   El orden es un elemento básico para la buena salud, ya que si nos movemos en un ambiente ordenado el estrés cotidiano se reduce de manera importante.

5 beneficios de ser organizado:

1.   Si logramos ser organizados, es casi seguro que la ganancia inmediata sea la disciplina.

2.   La organización nos hace metódicos y eso nos lleva a alcanzar nuestras metas.

3.   Nos permite planear a corto y a largo plazo de una manera más eficiente y ahorrando tiempo.

4.   Desarrollaremos la capacidad de observar los detalles para evitar futuros contratiempos.

5.        Quizá el más importante de todos: seremos altamente productivos y eso se notará no solo económicamente, sino en las             diferentes áreas de nuestra vida.

¿No eres ordenado ni organizado?

¡Tenemos buenas noticias! Si bien mucha gente nace con estas dos habilidades, también es posible adquirirlas si ese no es tu caso. Son destrezas que podemos ir desarrollando poco a poco o que también podemos tener a través de una tercera persona que nos apoye. Lo importante es encontrar el punto de equilibrio. Si el orden muy formal no es lo tuyo, solo pon atención en que tu desorden no te impida lograr tus metas.

MRAU 01/19042023